En las majestuosas tierras de Hidalgo, entre los montes y valles que dan vida a la rica tradición del maguey, surge un destilado que ha conquistado los paladares más exigentes del mundo: Pulcal. Este elixir, elaborado con maestría y pasión, encuentra su hogar en la Casa Castel de Oro, una destiladora única que se erige como un faro de innovación y sostenibilidad.
Ubicada a lo largo de la pintoresca carretera Ixmiquilpan – Cardonal, a la altura de la comunidad de El Sauz, la destiladora se integra en un complejo artesanal que refleja la identidad autóctona de la región, con sus característicos acabados en piedra blanca. Pero más allá de su encanto visual, es la técnica de producción lo que coloca a Pulcal en una categoría única en Latinoamérica.
La elaboración de este destilado se realiza mediante técnicas que se remonta al siglo pasado, cuando en la Casa Castel de Oro, los raspadores de magueyes, cultivaban de manera orgánica 14 variedades de maguey sin el uso de plaguicidas o fertilizantes. Este legado de sabiduría y respeto por la tierra se mantiene intacto en la actualidad.
Lo que distingue a Pulcal es su enfoque revolucionario para aprovechar la energía solar. La destiladora utiliza acumuladores solares para producir vapor de agua, alcanzando así altas temperaturas que permiten separar las propiedades del pulque de manera eficiente. Este proceso no solo es una hazaña tecnológica, sino también un homenaje a la tradición arraigada en la región.
La destiladora, emplazada a las faldas del cerro del Fraile a más de 2 mil metros sobre el nivel del mar, produce el Pulcal o destilado de pulque, un líquido puro que alcanza una asombrosa pureza de más de cincuenta grados de alcohol. Este nivel de excelencia no ha pasado desapercibido a nivel mundial, y Pulcal ha sido galardonado con la codiciada medalla de oro en Spirits Selection de Bruselas, Bélgica, consolidándose como un referente de calidad y excelencia a nivel internacional.
Pero más allá de los reconocimientos, Pulcal es una historia de compromiso con la sostenibilidad. La destiladora no solo funde latas de aluminio para elaborar las tapas de sus botellas, sino que también sigue prácticas agrícolas sustentables. Por cada maguey que se cosecha, otro se siembra, asegurando la continuidad de este recurso vital y respetando el equilibrio con la naturaleza.
En cada botella de Pulcal, descubrirás un destilado fino y auténtico que fusiona la tradición con la innovación. Su suavidad en el paladar es el resultado de siglos de sabiduría y dedicación de una comunidad que cultiva el maguey con amor y cuidado, cosechado a mano en las cercanías de Tolantongo.
Este logro no solo celebra el sabor excepcional de Pulcal, sino también el esfuerzo incansable de nuestros agricultores locales y el legado arraigado en la agricultura tradicional. Pulcal no es simplemente un destilado; es el testimonio de una comunidad que ha llevado su arte a la cima del mundo, demostrando que la excelencia y la sostenibilidad pueden ir de la mano en el corazón de Hidalgo.
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Recuerda que las bebidas espirituosas se disfrutan con moderación, evita el exceso.
